Por Valeria Solís T.
Directora Mirada Maga

Hace 5 años atrás conversamos con Mayra Fariña sobre la creación de su oráculo de 80 cartas circulares creadas por ella misma, dibujadas, canalizadas y guiadoras de procesos femeninos que estimaba necesario desplegar sin miedo. En ese año, su refugio estaba en la Isla grande de Chiloé, había dejado un pasado convencional en Santiago y se abría a la oportunidad de guiar y reencontrar a otras mujeres en la búsqueda amorosa y asertiva de lo femenino, pero hace un año retornó a la capital, su vida la invitó a un nuevo ciclo, no exento de dolor, pero más concreto y claro. En medio del movimiento social de Chile convocó a mujeres para marchar contra la violencia ejercida desde el Estado y de paso se unió a otras para ver cómo ayudar en este proceso de cambio.
Actualmente se encuentra abocada a darle un nuevo impulso a su oráculo de la energía femenina para que vuele por todos los continentes y a seguir potenciando el camino de otras hermanas, como dice ella, en diversos talleres y formaciones.

Mayra Fariña

Estuviste una larga temporada en Chiloé donde tomó forma el oráculo de la energía femenina y en los últimos años ha sido bien explosiva su difusión no sólo en Chile, qué ha pasado con el oráculo este tiempo.
-Cuando me vine a Santiago desde Chiloé, este hijo creativo ya había viajado por Mexico, Colombia, Argentina y Uruguay. Pero me vine y se me abrió la posibilidad de viajar a España con él y ahí siento que tuvo una explosión enorme, porque las mujeres de España también están en un proceso de desarrollo personal, de reeencuentro con su aspecto femenino de manera muy profunda. Han trabajado mucho en un continente que no nos damos cuenta es súper duro, patriarcal, súper frío y ellas se han preocupado de sí mismas y de poder expandir esto. Entonces el oráculo encontró ahí un nido súper lindo. Me encontré con mujeres hermosas que lo acogieron y son hoy mis hermanas-amigas que organizan y convocan a los cursos y la distribución del oráculo.

Estuviste hartos meses en España y dabas cuenta de un gran proceso de transformación personal y uno se pregunta si ya levantaste este oráculo con información tan profunda y clave, ¿qué más quedaba…?
-Es muy interesante eso, porque nosotros los seres humanos nunca dejamos de evolucionar y creo que la vida es una escuela de aprendizaje perpetuo. Mientras más avanzo, menos sé, mientras más aprendo, me siento más ignorante y mientras más me sano, más heridas voy encontrando en lo profundo, porque voy depurando. Entonces mi venida a Santiago fue tras un divorcio muy escandaloso y dolido, y me hizo replantearme como mujer…, como dices tú, habiendo construido el oráculo con toda la experiencia que significa, haber bajado esa información y que me ponga estas pruebas tan duras, ¿cómo me rearmo de nuevo, cómo estoy en mi lugar? Me empodero para poder volver a transmitir esa seguridad a las mujeres desde la coherencia y no desde el discurso.

Claro, lo más fácil es el discurso y a puertas cerradas el infierno…
-¡Claro!, yo como caballo de fuego soy súper auténtica y explosiva, no hay nada que ocultar, entonces no podía disimular esta crisis, que además tenía que ver con mis cincuenta años, tenía que ver cómo estaba yo compartiendo el oráculo hacia afuera y cómo estaba empatizando con las mujeres que estaban viviendo los mismos dolores. Me fui a España en un viaje de tres meses y me tocó la oportunidad de conocer a personas que hicieron un aporte muy profundo en mi vida, incluso me hizo ver a América, porque allá conocí gente que está en la selva, toman plantas medicinales como ayahuasca y curiosamente mis nexos hacia la selva las conocí en Europa, allá conocí a los taitas a las maimas. De ahí también vino este viaje introspectivo que me llevó a la transformación con plantas medicinales, no son una opción para mí, pero las usé y las plantas me dieron la posibilidad de ir a buscar respuestas adentro, que uno sabe que están ahí, pero le haces el quite, no las puedes ver con claridad, no la puedes sacar ni plasmar en una respuesta concreta y la planta precisamente te lo muestra así: “¡haga esto mijita!”.

(risas)
-Ahí fue donde empecé a vivir un proceso donde encontré a la verdadera Mayra, porque el oráculo vino a mí, como me lo dijo una canalizadora, “porque has vivido tantas vidas, que toda esa información son moléculas de tu propia alma, las memorias, y las quisiste compartir, pero eso no me deja libre de mi proceso como mujer”. Entonces, me di cuenta que adentro mío había más cosas que desarrollar, heridas que sanar de niña, cosas que todos llevamos dentro.

Estando allá, previo a los cambios que estamos experimentando en Chile, ¿qué crees que les está pasando a las mujeres, pudiste visualizarlo a la distancia?, ¿cuáles son los dolores que nos están atravesando?
-¡Lo tengo clarísimo!, porque incluso gracias a estos procesos personales nos ponemos más agujas (asertiva y activa), con un filtro mucho más grande. Mira, lo que pude ver aquí, en España, Colombia, México es el machismo, pero el machismo que está incluso en las mujeres, por eso la carta Regina (del oráculo) que en México es tan importante, porque ella fue un avata, y hay hombres como Antonio Velasco Piña, que escribió la historia de ella, nos muestra a través de su libro («Regina, 2 de octubre no se olvida») cómo el patriarcado puede destruir la sociedad, no solamente a una familia y a una mujer. Entonces, lo que `pude ver en los procesos de las mujeres es cómo el patriarcado sigue siendo devastador, las mujeres criamos a hombres machistas. Y si vivimos en una sociedad castigadora, juzgadora, entonces nos cuesta mucho romper esos moldes. Siento que mujeres como tú o yo, que tenemos un tema feminista y un tema social muy desarrollado, no nos podemos hacer las locas, como que desde arriba nos obligan a tener que enfrentar y vamos como punta de flecha abriendo los caminos, poniendo la verdad por delante y esa verdad tiene que ver contigo misma.

¿Cómo traduces ese machismo?, como la negación de la mujer o es la negación de aspectos de mujer.
-Creo que los aspectos son de la energía femenina. Todos los seres humanos tienen dos hemisferios, ¡y la gente no lo entiende y cree que es místico, pero es científico! Uno de los hemisferios, el femenino, maneja todo lo que es caótico, impredecible, intuitivo, espontáneo, creativo, lo que no se percibe, y el otro aspecto masculino es concreto, lineal, objetivo, analítico. Entonces cuando vemos a los hombres no se han permitido el aspecto de fluir, de confiar, de permitirse las emociones, de ser más receptivo, de escuchar las necesidades de los demás, entonces se vuelven egoístas, indolentes e insensibles y puede ser tu hermano, tu mujer, tu hijo o la sociedad.
Siento que tenemos que desarrollar este otro hemisferio para que podamos vivir. Este matrimonio es entre lo femenino y lo masculino, por eso yo hice el curso “códices de luz” que se refiere a  tres mujeres: la mujer solar, “yo me expando, salgo, me muestro y analizo”; la mujer lunar, “te lleva a conectarte con tu propia receptividad” y andrógina, donde yo uno a estos dos hemisferios. Son tres formaciones que duran un día, lo hice en España primero y dos veces acá e incluye los elixires, que te ayudan a desarrollar a estas mujeres en ti. Entonces pienso, si tan solo todos los seres humanos pudiéramos cambiar esto…

Si al final es necesario hacer el cambio adentro para que salga afuera
-Y no es un trabajo tan grande

¿Esa escisión la pudiste palpar allá y acá en los países que has visitado?
-¡Claro!, en España, en Francia también, México, Colombia, Bolivia, Argentina. A veces pensamos que en América Latina estamos más fritos porque sufrimos la vejación, el hurto y el robo desde Europa, pero estando allá pasó lo mismo, porque a ellos los invadieron los romanos, violaron a sus mujeres, les robaron todo, entonces estamos frente a un tema que tiene que ver con el sistema patriarcal que dice: «Yo arraso con lo que no es mío, me importa un bledo por quien pase por encima», y eso se ve a todo nivel. Tomo decisiones sola en trabajos en equipo y me arranco con los tarros, no confío en las decisiones de los demás, por lo tanto, no comparto la información. Falta entender y comprender que en el caos que estamos viviendo en el mundo, si no nos convertimos en una sociedad cooperativa, vamos de mal en peor y quedamos listos para desaparecer como especie. Ya no sirve el individualismo.

Mayra, tienes la sensación de que la gran crisis del 2019 personal y colectiva, ¿nos lleva  a un cambio esperanzador o crees que nos vamos por el desfiladero?
-Está pasando en todas partes, en Francia pasa lo mismo y solo son más organizados para manifestarse, está pasando en China, Corea, España y eso es porque la energía de la era de acuario nos obliga a ser coherentes y esa coherencia ¡ya no resiste la incoherencia!, no es coherente sentirnos abrumados, agobiados, pisoteados, de sentir el abuso, entonces, ya nadie quiere ser el monigote del otro. Es entender que la abundancia funciona de otra forma, si el árbol de manzanas que está aquí dice ¡vengan todos!, no dice: para uno sí y otro no.
El planeta que habitamos sí es abundante, la madre tierra es abundante, pero esos recursos los tienen muy poco y esos pocos acapararon los recursos de todos y la gente hoy está entendiendo eso. Y aparte, que de esos recursos depende nuestra vida.

En Chile llegamos al extremo de que ni el agua es nuestra, es privada…
-Entonces es como decir ¡valor! El grito es demasiado profundo. Siento que el ser humano a escala global está diciendo, “¡estoy hasta las masas!”. Pero, a pesar de sentir que es un caos, creo que hay que tener esperanza porque se necesita una masa crítica para que despierten y la conciencia colectiva cambie. Recordemos que estamos todos unidos por un campo cuántico, el físico Greg Braden, dice que estamos unidos por la matriz. Me encanta ese concepto de matriz. Hay una fuente, un creador o creadora que sostiene esta energía. Y, si la energía astrológica nos está empujando para allá es porque hay algo positivo. No creo que esta creación nos empuje a un abismo, porque sería como el dios castigador de la iglesia, ¿por qué nos va a arrojar al abismo?

Si pusiéramos las cartas de tu oráculo, ¿qué crees sobre qué estamos viviendo y cuál es el consejo?
-La estoy viendo! Es la huesera, porque es la que dice: desapégate de todo, estás en crisis profunda, tienes que entender que tenemos que vivir el desapego total y la desestructuración de la vida. La huesera es la Torre del tarot, que derrumba todas, ¡todas las estructuras que para ti son seguras! Encuentras algo seguro y viene Plutón y te lo quita, encuentras otra cosa segura y viene Urano y te lo quita: me queda esto y viene Mercurio y te lo quita. Son influencias muy fuertes y si más encima la gente se pone receptiva a esa energía, más lo sentimos.

Pero la huesera tiene esa cosa bonita de que al refugiarse en su cueva, en esa soledad, va recuperando las partes de su alma que están perdidas, que yo creo que es para tomar conciencia de cómo repartiste tus pedazos de alma por creer que era la forma…
-por lealtades familiares, o migajas de amor o tu sistema de creencias que hizo que te fueras disgregando, como a una niña que le repiten tantas veces “eres tonta o te haces” que de adulta de verdad te preguntas si eres tonta o te estás haciendo la tonta. O esas lealtades familiares donde hubo un abuelo que dijo “en esta familia todos serán dentistas” y uno quiere ser artista y siente el miedo de ser rechazado por el clan, por la familia, siente que será exiliado y traidor. Son cosas que nos entrampan y son traumas del alma.

Es una tremenda oportunidad planetaria, cuantas invasiones y abusos existieron a lo largo de la historia, pero hoy estamos tecnológicamente conectados de una manera inusual que están permanentemente mostrando.
-Las redes, es una verdadera malla de conexión, ya nada se puede esconder.

¿Y hacia dónde va la huesera?
-Es que hay otra carta también que me hace sentido de este proceso: la enmascarada, como que el momento te dice “¡sácate la máscara y muéstrate de una vez!, no pasará nada”. Si crees que vas a ser admirada porque en el fondo vas a complacer a otro por no desentonar, por educación, por no quedar mal o no incomodar y decimos “sí”, entonces la enmascarada te dice, «di no», anda por la transparencia, si no quieres, no vayas. La enmascarada te dice “muéstrate”, porque serás más reconocida y admirada por tu autenticidad, por tu forma franca, que por tu complacencia, y eso nos cuesta un montón. Esto se refiere a la capacidad que tenemos nosotros mismos, de ponernos límites a la falsedad o a la hipocrecía. Si estás con una persona que no te gusta y estás aguantando, eso es ser hipócrita y si lo llevas a otros planos, ¡es tremendo!

Y ahí viene el símbolo de la torre del tarot, ¿qué construiste entonces en todo este tiempo que estuviste enmascarada…?
-Al final te das cuenta que es más liberador ser auténtica que estar tapada, y como el oráculo es amoroso te dice: «no pasará nada…», porque si lo ves,  ¡no pasa nada!

Tiene tanto sentido…
-Mira, si vienes de una casa donde todos son sancionadores o son castigadores, esa persona crece con la máscara porque tiene miedo a ser rechazado, tiene miedo a ser considerado un traidor, son heridas muy profundas… Por eso el oráculo te habla desde la herida y desde el amor, porque además es algo colectivo, no individual. Por esto mismo yo no creo en esos gurús,que hablan como si tuvieran todo resuelto, porque todos somos seres humanos. Yo siempre he dicho, jamás me digan maestra porque se me encrespa más el pelo (risas). Te ponen en una vara tan alta que no te puedes equivocar, no puedes estar triste, no puedes enojarte.

Desde esa autenticidad tiene la mejor forma de transmitir y así como hablabas de la coherencia que invita la era de acuario, pues bien, la coherencia no es asceta, casta ni ascéptica.
– Y eso se está traduciendo en todas partes del mundo.

Te quería preguntar otro tema, uno que atraviesa nuestras edades. Hay una chicas de 30 años para abajo, como las tesis, que también nos dieron vuelta a nosotras mismas, ¿qué opinas de estas nuevas voces y generaciones?
-¡Me encantan! Me han roto todos los esquemas. Se me han abierto muchas capas de información profunda que tienen que ver con la sexualidad de las personas.

¿A qué te refieres?
-Yo conocía a los gay o lesbianas, a los bisexuales, después a los transexuales, pero ahora están las sys, los no binarios, y te das cuenta que hay un mundo, pero ¡un mundo de seres excluidos! Te das cuenta que son seres humanos que han tenido que vivir una vida horrorosa excluidos de la sociedad para no ser castigados, y que además han sido valientes, porque hoy sí han mostrado su identidad sexual mientras nosotros nos damos el gusto de discriminarlos, juzgarlos, tratarlos mal, de burlarnos. Entonces ves a estas mujeres que dicen que se han enamorado de almas y ya no van por un género y eso me ha gustado mucho. Hoy en la calle ves personas que no sabes si es un hombre o una mujer, es andrógino. Al final es lindo, para allá deberíamos ir todos, quizá en unos 100 años más sea así, donde haya una integración, donde lo masculino y femenino esté claramente en un solo ser, más allá de lo que defina tu sexualidad, que el género no sea lo importante sino el ser humano. Me encanta no saber, porque me doy cuenta que hay algo que yo no puedo controlar.

Pasando a otro tema, ¿qué pasó con la creación del oráculo de la energía masculina que estabas elaborando?
-Tuvo un freno súper profundo, porque llegué de España decidida a terminarlo y sílo me faltaba pintar las cartas, pero como en el viaje tomé medicina, la abuelita me dijo: “sitúe a su hijo donde tiene que estar”. Se refería al oráculo de la energía femenina, que es una herramienta de sanación muy profunda que debe potenciarse más aún. Entonces me di cuenta que este hijo era prematuro, nació en un parto prematuro y lo lancé al mundo, pero le falta, tenía que afinar cartas, volver a pintar algunas, revisar la redacción. El oráculo nació hace siete años atrás y la que conociste hace cinco años atrás, es otra Mayra. Hoy la información está más decantada, más madura. Lo más lindo, que no pensé que ocurriera, es que empecé a pintar todas las cartas de nuevo. Ahora habrá un nuevo nacimiento, maduro, bien procesado y siento que ahí se colocará solo en un lugar y va a estallar. Y me dijeron, las plantas, que recién ahí podré trabajar el oráculo de lo masculino, y eso no tiene que ver con los hombres, aunque sí siento que está mucho más direccionado a los hombres.

Como siempre tenemos más presente de la energía de lo masculino, el abuso, ¿cuáles son los puntos luminosos o esperanzadores de la energía masculina que no podemos ver?
-Cuando el hombre pueda mirarse verdaderamente en el espejo, podrá ser más receptivo al cambio interior, porque siento que este oráculo es súper esperanzador, porque al igual que en el femenino, hay cartas majaderas y frontales, pero también hay unas muy amorosas, que permiten conectar con la herida de ese ser masculino, de hombres y mujeres, con el abuso de poder que se ha aprendido, con el machismo aprendido. Se podrán sanar muchas heridas del hombre que no hemos visto, de hecho si lo piensas, detrás de un hombre que es abusador, hay un niño que fue violado o fue abandonado, humillado, menoscabado. Entonces, ¿por qué tenemos que pensar que las heridas de las mujeres son válidas y las de los hombres no son válidas? Es un oráculo esperanzador, porque el mensaje es acunador, es poder ir a abrazar al niño de ese hombre o al niño de ese aspecto masculino en nosotras.

¿En que fechas se podrán conocer?
-Es probable que la nueva versión del oráculo de la energía femenina salga a final de 2020 y el otro espero a mediados de 2021. Hay muchos hombres que lo esperan para poder trabajarse. Si te fijas no existen muchos espacios de sanación para los hombres como el que tenemos las mujeres.

Talleres próximos
«A finales de marzo viene el taller “Divina femenina” que es para la formación de consultoras del oráculo, pero eso no necesariamente lo determina, porque es un curso de empoderamiento femenino y de sanación de heridas. Como el oráculo es redondo, es un espejo, cuando te leo las cartas me las leo a mí misma también, la sanación es circular. En el taller hacemos ejercicios con las cartas, pero muy profundos, porque te ayuda a mirarte y uno de lo primero que sale es lo dura que eres contigo misma, juzgadora, que no soy capaz. La primera tarea es reconciliación contigo, la segunda tarea es reconciliación con tus ancestras, la tercera es con las otras mujeres y por último con los hombres, porque yo no soy nada sin la sangre de mis abuelos, por ejemplo. Son tres días de profunda sanación. Más información: energiafemenina@gmail.com

 

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