Sybila oráculo
Periodista, médium, astróloga
Directora de Escuela de Astrología y Tarot kabbalista Sybila Oráculo
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Desde los vikingos hasta la lejana Tierra del fuego de Chile, existen memorias de culturas que fueron lideradas, en el tiempo antiguo, por mujeres. Muchas cosmovisiones enseñan el origen del Universo como una matriz circular femenina. Desde ella, nace una energía inseminadora que sería el sagrado masculino para erectar y copular más recipientes y continuar las procreaciones para que el planeta se llene de vida y expresión manifestada en colores, razas, expresiones de vida. Esto trascenderá siempre y cuando se nutra en la matriz vasija femenina.
El fuego primordial de esta fusión de sonidos, el gemido del amor puro, da como resultado un estallido big bang, que en kabbala se conoce como TsimTsum (una sabiduría que explica la creación); la perfecta combinación galáctica de dos luminaris sol y luna, macho hembra, venus marte, amor y pasión; mercurio júpiter, intelecto y elevación espiritual… estando expuestas a condiciones de exilio, domicilios y regencias ya que a veces equilibrarán sus energías como también las exaltarán produciendo excesos, manifestando rigor y caos por sobre misericordia y elevación. Para manejarnos conscientes de tener este control sobre nuestro destino saneando caminos es que existe la kabbalah. Aprender a recibir, a recepcionar, a experimentar el conocimiento espiritual practicando, porque si no se manifiesta en acciones, no sirve; porque en la materia reside el espíritu para trascender a otras esferas.
El símbolo del planeta marte en su geometría, está compuesto por un círculo matriztico, desde donde expulsa una flecha hacia el movimiento de manifestación activa. Todo se sostiene en el recipiente femenino.
Cierto es que, en mayor medida, las mujeres fueron las que en observación actuaron en colere, es decir, en cultivo descubriendo la agricultura; es el cultivo de la semilla que alimenta tanto lo físico, como lo álmico externa y externo. La semilla permanece un tiempo femenina bajo la tierra que la nutre desde una aparente y silenciosa pasividad, para luego ser eyectada hacia la expresión exterior masculina, nutrida por el sol y continuar su crecimiento, dar, vivir y trascender. En el proceso nada se termina, todo se circula. No existe la muerte, es la transformación de un estado. Y este estado está en un continuo seno y coseno femenino-masculino.
Según la protooastrología existían diosas solares y dioses lunares dando a conocer su postura en ese momento de acuerdo con lo que el deseo álmico les manifestaba. Las comunidades entendiendo ese legado, practicaban el proceso de la fertilidad respetando la medicina de la tierra que en kabbalah se conoce como el reino llamado esfera de Maljut. Una sefirot o esfera femenina que es fertilizada por las demás esferas que son 9. Dando actividad plena a las 10 dimensiones del árbol de la vida. Siendo el 9 un número esencial, múltiplo de tres; un contenedor de matriz femenino.
A su vez, en tarología la carta 9 o Ermitaño debería llamarse la anciana de los días, pues siendo este arquetipo el contender de la luz interna que te hará sabio tras comprender el ciclo de Saturno, que rige el proceso karmático y de rigor de la vida, la luz interior en la vasija femenina será igualmente erectado hacia una manifestación externa, necesitando la acción masculina.
El concepto de círculo y de respeto al anciano lo recuerdan los indígenas del mundo. Hubo aquel tiempo de canalización interestelar en donde esta sabiduría se manifestó en todos los lugares de la tierra gran Pangea, (Gea la Diosa), pero fue corrompida por otras entidades galácticas que entregaron otras tecnologías. Variadas son las cosmovisiones que formaron en la memoria de los humanos desde los tiempos Atlantes.
En el rescate de las sabias prácticas del buen vivir, las tradiciones indígenas han sido quienes más han guardado algunos rituales de siembra de luna, trabajo uterino, autobservación; el respeto por el ciclar, la experiencia del parto natural, lo que en partería llaman como nacer con dignidad y sanidad, ¡cantos y rezos eran la energía de estimulación para recibir la vida! El mejor medicamento provenía desde la vibración del canto y el ritmo, para estimular una respiración en el viaje del bebe, que proviene desde un viaje galáctico, desde otras vidas. En la actualidad le llaman respiración ovárica o activación uterina, vidas pasadas, registros akáshicos…
Cada comunidad le ha dado su forma y trasfondo a dichas prácticas para preservarlas, pero en la matriz de la kabbalah renacida está el origen de toda esa medicina que hoy se expande cada vez más para recordar que somos parte de un sistema solar inteligente y que debemos retomar la simbiosis interplanetaria consciente. Sobre todo para salvar nuestra matriz de vida que alimenta la alma máter, el planeta Tierra.
A su vez, ella nos nutre gracias a la recepción de lo divino. ¿Cómo poder vivir si en el camino hemos contaminado todo? el conocimiento patriarcal ha reservado para él sus limitadas enseñanzas bajo el control de un absolutismo religioso negando a las almas el gran sacerdocio oracular de la sagrada Torah. La torah es el oráculo y la luz de las naciones.
La kabbala entiende esto como el trabajo del corazón, en donde se manifiesta el magnetismo terrestre. Para administrar la vida que nace con la electricidad de la glándula pineal o electricidad. Una esfera de luz que nada en un líquido dependiendo de los ciclos lunares. Y que luego tendrá una continuación cuando la vida se reproduzca por medio la sexualidad sagrada con el nacimiento en estado gravitatorio.
Sin esa sabiduría cuántica no es posible la manifestación de una vida saludable conectada y consciente. Siendo la salud sexual de las mujeres la más flagelada por el machismo proveniente de matriarcas y patriarcas.
La fecundidad necesita la manifestación de la polaridad con fortaleza energética para triangular un tercero en la creación, y es la actividad del espíritu alma, el que le dará vida a esa unidad, pleroma universal. Sin embargo, la polaridad entró en crisis porque no hemos podido comprender dicho pacto y cruce; ni como activarla cuando es necesario. No hemos sido capaces de ver que en este proceso de definirnos fuimos a extremos estructurados en cuanto a comprender lo femenino y lo masculino. Cada ser humano posee su polaridad y no precisamente definida. Eso nos ha llevado a sufrir. Porque no hemos podido experimentar la fluctuación, la capacidad de fluir una u otra cuando la necesitamos.
En la actualidad muchas sabidurías new age, se prostituyen en medio de la moda de los medios chabacanos y se va perdiendo, a ratos, el contenido esencial. Respecto del femenino sagrado estamos en pañales. Piscis fue la manifestación de la lucha de esta polaridad y no precisamente la vemos solo en el machismo del hombre, sino también en la violencia entre mujeres.
El origen sagrado de esta sabiduría es que es una parte de lo que se denomina pleroma universal matriz divina. A muchas mujeres les cae mal cuando lo encasillas en la cacofonía lingüística llamada Dios, por identificarse esencialmente masculino. Lo hemos visto en la falta de sororidad, es decir, resonar en sincronía todas juntas. En cuanto a sacar al mercado productos y círculos de mujeres separando una vez más la manifestación plena de un cuerpo álmico. Y lo que es peor ¡peleando entre sí por liderar cual macho con ego exaltado, movimientos femeninos! No sólo se deja de educar a los varones si no que se pelea, como ellos, en medio de un mercado. No ha satisfecho a la medicina que busca la humanidad para sanar su femenino y elevar su masculino. Porque no es un producto de mercadeo ni como movimiento, religión, ni política.
El árbol de la vida kabbalista es una medicina que enseña sobre la triangulación de la dualidad hacia la unidad. Este pleroma está compuesto por ambas energías ¡y ninguna es superior a la otra! Las raíces están en el cielo y las ramas en la Tierra, siendo la manzana de Eva el fruto que representa a los humanos. En la sagrada Torah se manifiesta esta ciencia cuántica, siendo mal entendida de manera literal como un génesis en donde Adán somete a Eva dejando escondida y demonizada a una Lilith autoexiliada… Estos son estados arquetípicos del comportamiento angélico planetario y no tienen nada que ver con las malas interpretaciones antropológicas de algunos feminismos sin una vasta comprensión de la astrología.
En Acuario, el feminismo evolucionará hacia otros estados. Allí la kabbalah, nos enseña una profunda medicina: que el deseo de dar debe estar por sobre el recibir para la certera abundancia, ya que por frecuencias, el recipiente debe ser llenado con luz y esa luz sabia y elocuente vendrá a nosotros desde un trabajo de consciencia para ser útil y no desde el deseo primitivo de tener por tener, depredar o lo que es peor, acumular.
¿Qué ha ocurrido? La mujer como el reino de la madre tierra, diosa o maljut ha sido depredada, violada, de una manera horrorosa. También lo han sido las otras sexualidades, las sexualidades en tránsito que no se les respeta en su proceso. Como por ejemplo el no comprender a las personas transgéneros o con opciones diferentes al extremo.
Todo se ha tomado sin medida y respeto. Este mal que ha generado hambre, tristeza, miseria, barbarie y lo que es peor, en esas condiciones no podemos conocer sobre la plenitud y el amor en que no nos elevamos como pareja sagrada. Son siglos de olvido sobre potenciar y proteger la respiración, meditación y canalización en pareja, nos llevó a una profunda ignorancia en materia de desarrollo corporal, salud mental y física.
Uno de los principales errores fue enfatizar que los hombres o machos son de Marte y las mujeres son de Venus, y el horóscopo de revistas, en una suerte de espectaculismo, crearon las masivas revistas sexistas que contribuyeron aún más a esta odiosa idea de la separación por roles. Llegaron a decir que los polos opuestos se atraen… psiquismo y razón han caminad separadas por milenios, ciencia y paraciencia, medicina holística y medicina tradicional, intuición y razón; en el cerebro inteligente conviven en simbiosis ambos, pero es por esta separación que no se potencia.

Los 4 elementos y la cruz cardinal de la materia abundante, Cruz de Ankh
El cerebro primario está diseñado para adaptarse desde lo primitivo y desde ahí elevarse y no es que esté mal, pero comenzamos por lo básico, se llama sentido común. El problema es que no hemos podido trascender hacia otros niveles desde la 3D.
Dentro de los 4 elementos hay pares fuego-tierra, aire-agua, espíritu y materia. Seis signos de la polaridad negativa que representan el  recipiente femenino y seis signos polaridad masculina positiva que crea una energía de seis meses machos, seis hembras creando un doce perfecto, numerología en la abundancia; en que sin embargo existe para transformarse con la muerte, representada por él número 13. Ambos polos enfocan su energía, pero ninguno es más importante que el otro. No están orientados específicamente a hombres y mujeres. Un varón puede ser del signo cáncer femenino y una mujer del signo Aries masculino. Los hombres y las mujeres no son homosexuales, los humanos escogemos combinaciones según nuestras inclinaciones polares y desde ahí buscamos almas hermanas, afinidad, sincronicidad de almas, trascendiendo materia.
Lo masculino es impulso energético con fuerza y acción; pero su meta es caer en un recipiente en donde entregarlo. Desde esta idea se entendió que los hombres inseminan y la mujer recibe. La multiorgasmia de la mujer, a su vez, activa la masculina; así como el proceder tierno y amoroso del hombre expresando su erotismo sabio es femenino al intuir y percibir y conocer a su compañera, poniendo atención. La expulsión del bebe de la vagina es un acto de erección. Nace la cabeza de la vida. ¿Cómo puede ser un acto totalmente femenino el acto de parir? más bien la mujer fortalece su masculino y el hombre emociona su femenino. Su estado de inseminación fue receptivo, femenino, amoroso y en medio de todo el fuego alquímico de la pasión combinada.
Existen muchos ejemplos de cómo estas combinaciones se dan durante todo el día como sístole y diástole. Un varón puede tener una inclinación más femenina en su manera cerebral. Está claro que nacemos con una inclinación hacia un polo y es así como una mujer también puede tener una inclinación más masculina. Entender que buscará toda su vida, su completitud, para llegar por fin al éxtasis de la unidad universal del pleroma. Deberá trascender el rigor de la vida material hacia comprender el dolor que vino a experimentar.
El dolor en la carta natal se ve exterior y fuertemente en Quirón y es sanado gracias a las combinaciones de energía que le vayan otorgando los asteroides femeninos hacia su sanación interior que, curiosamente, son 4 arquetipales bases y universales, y aunque hay otros, ellos son una estructura de la rueda de la materia tangible y sintiente.
Costó mucho comprender que dichos puntos energéticos son los que en la dimensión Kabalista se conoce como la materia receptiva de la sefirot llamada maljut. En lenguaje esotérico o pagano se conoce como la Diosa Espiral de los ciclos. Ciclos que vivencian machos y hembras en todos los reinos de la naturaleza incluyendo el humano.
Es tiempo de dejarnos de separatismos odiosos, de religiones monoteístas versus espiritualidades idolatras, ¡esto es ciencia y espíritu juntos, unidos! No es una didáctica de evangelización de enseñar lo bueno versus lo malo, ni adoración de símbolos o iconoclastia. Piensa, la luz y oscuridad existen, cocrean y es una sabiduría kabbalista profunda y compleja.

Por ello la kabbalah (que significa recibir, o saber recepcionar) se enfoca en la ciencia cuántica de la alquimia evolutiva. Debemos saber recibir y recepcionar conocimiento y para ellos trascender la polaridad hacia la unidad. La razón por la que la mujer se levanta fuerte y enérgica es porque ella también es masculina y despierta su forma cuando debe hacerlo (el lenguaje de las ramas, para parir el fruto, la manzana, ella debe ser fuerte y dar vida con convicción) es genéricamente fuerte, recipiente, y porta el gen de la compasión ¿qué más fuerte que la misericordia? y esa rama del árbol es el lado de la misericordia. Además la manifestación mujer posee menos karma o tikun que el macho.
Dice la kabbalah, aquel que escoja a su pareja femenina, debe escucharle para trabajar sus virtudes y transmutar sus defectos. Se puede ser sacerdotisa (femenino) y ser mago (masculino)) cuando manipulamos elementos. Así, nuestra misión en la tierra es comprender como elevar la vida a frecuencias superiores.

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