Por Valeria Solís T.
Directora Mirada Maga

Recientemente se estrenó el documental «The social dilemma» en una de las plataformas de películas más masivas (Netflix) generando mucha inquietud sobre el real uso de la información de los usuarios de Redes Sociales, que si bien, permiten acercarnos a unos y otros, su máxima no es generosamente la unión del planeta, sino vendernos más y mejor. Así cada vez que aparece una nueva aplicación para mantenernos pegados al celular más parece un incentivo para generar adicción, que mantenernos al día e informados. Quisimos saber más allá y conversamos con Diego González quien es Doctor en Física Estadística. Desarrolló estudios de postgrado en la Universidad de Chile y en la Comisión de Energía Nuclear. Actualmente hace clases y presta asesorías de programación aplicada, junto con investigar y desarrollar tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial.

Este documental se dio a conocer en septiembre en la plataforma Netflix.

Diego, ¿Cómo explicas la inteligencia artificial?
-Es poder replicar lo que hace un ser que razona, que interactúa con otro, que recibe un estimulo y activa una respuesta, pero a través de una máquina. Nosotros somos naturales, biológicos y algo artificial es algo construido como una máquina, un computador, un robot. No interactúas con algo orgánico, está construido.

¿Los primeros atisbos de inteligencia artificial se traducía en los computadores?
-El llamarle inteligencia se empieza a usar ahora, porque empiezan a razonar, de alguna forma estos programas. Antiguamente, los programas era muy sencillos, si te preguntan por A, responde B. Si te dicen Hola, responde Como estás. Hoy en día un programador no creará una estructura de conversación tan básica. Se convierte en algo más natural para nosotros (los humanos) lo que nos hace parecer que lo que está ocurriendo ahí pareciera una inteligencia.

Diego González es Doctor en Física Estadística

¿Cuánto antes?
-La inteligencia artificial es parte de la revolución tecnológica que hemos construido como seres humanos. En un inicio teníamos solo chips que hacían cálculos y lo veíamos en una calculadora por ejemplo, y cuando uno piensa en cuanta capacidad de acumulación de información tenía una calculadora, era muy baja y su potencial estaba en poder generar una respuesta cuando le preguntabas por un cálculo. Después, los computadores fueron avanzando en dos líneas. Por un lado, tenemos una capacidad de conexión con ellos y por otra, es su capacidad de cálculos. Si antes calculaba una cierta cantidad de números, un computador podía calcular una enorme cantidad de números.

-Al principio el objetivo era mejorar el hardware, es decir, que los computadores fueran más rápidos. Desde los ´90 uno ve la velocidad con que ha crecido todo lo que es procesamiento del computador y crece mucho a nivel potencial. Un computador de 1-G después lo vemos de 3-G, de 5-G. Es una enorme capacidad, pero por otro lado crece la capacidad de trabajar esa información y no sólo almacenarla. Entre el 90 y el 2000 se concentraron en tener computadores más potentes, más rápidos, pero cuando se dieron cuenta que no podían crecer más a nivel tecnológico empezó a verse la información que se estaba almacenando.

De lo que tengo conciencia es que los primeros computadores eran gigantes y después venían más pequeños, más lindos hasta llegar a que el celular fuera un computador.
-Claro lo material y externo era lo que fue cambiando.

¿Cuándo se provoca este darse cuenta que no era suficiente que el computador o celular fuera mejor, sino de captar información de las personas y usarla?
-Si bien no soy experto en el desarrollo y la tecnología, sí fui testigo que a partir del 2010 se provocó un cambio, y ese cambio fue en los modelos de negocios de las empresas. Lo que ocurre es que cuando empezó a aparecer la tecnología es que las personas lo consumieran, quisieran este celular y no otro, pero esta selección que hacían las personas llega a un momento en que las empresas no podían competir entre sí. Se crea un Iphone y después en China lo replicaban rápidamente. Entonces cuando la industria no pudo rentar más dinero desde ahí buscó un nuevo foco para captar la atención de la gente y ese fue: El cliente está en el centro.

¿Qué significa eso?
-Los modelos de negocios que usan las empresas para rentabilizar es pensar que el cliente está en el centro y todo lo que haces es por ese cliente.

Al escucharlo así, como ser humano, uno dice genial, por fin me ponen al centro y mis necesidades están siendo consideradas, pero parece que no es gratis. Jamás uno pensó que esto tendría un doble filo.
-Exacto, eso es.

¿Cuál es el doble filo entonces?
-Que cuando tenemos este concepto de una persona en el centro, no necesariamente es el cliente de una empresa, puede ser un alumno de un colegio, de una universidad, una persona enferma en un hospital, abarca todos los contextos, entonces se requiere saber quién es esta persona. Y a lo que tomaron mano fue: tomemos la información que tenemos de las personas. Entonces el desarrollo de la tecnología fue que más que hacer aplicaciones nuevas crearan bases de datos sobre las personas y lugares donde poder almacenar esa información, es decir, que se pudiera interactuar fácilmente con esa información. Esto causó que las redes sociales fueran un boom, iban más allá. Es decir, no es que sea una página web donde entrabas y te conectabas con otros. Si usas FB emerge de forma natural la necesidad de esas personas. Como esto es mucho más rápido de lo que la gente imagina, tenemos una capacidad gigante de almacenamiento de información de las personas.

Entonces, lo que las grandes empresas tienen es cómo nos comportamos, qué nos gusta, qué nos importa…
-Claro. En otros países del mundo esto se está tratando de regular, de manera que cada empresa sólo use la información de los temas que ellos trabajan. Si trabajo en educación, sólo debo basarme en eso. Pero claramente es lo que se quiere hacer (saber todo). No quiero decirlo de manera que suene tan impactante, porque podemos asumirlo de forma más natural. Cuando los avances partieron era para beneficiar a los clientes y cuando yo quiero que exista una red social es clave tener una base de datos con la información.

Al mirarlo desde afuera uno dice, estamos en pandemia y estas redes sociales han permitido conectarse, a unirse, o que pequeños emprendimientos se den a conocer y crezcan, eso es muy positivo, pero parece que detrás hay una intervención que no busca eso, pues nos genera hiperdependencia con las redes sociales. Antes de la pandemia subían a un metro y todos estaban mirando el celular, entonces, algo hay detrás.
-Eso es justamente. Estamos en un contexto histórico donde tenemos esa base de datos, ese avance tecnológico y lo que harán las empresas y han hecho es como ocupamos esto para generar más dinero. Y es lo que en el documental «The social dilemma» trata de darte a entender.

¿Cómo gana una red social dinero?
-Gana porque las personas ven publicidad permanentemente y yo hago que vean publicidad si usan esa red social. Entonces, se dieron cuenta de esa posibilidad que construyeron ellos al final. Alguien quiere vender zapatos, entonces yo busco como FB, por ejemplo, quienes te compran zapatos. FB toma esa solicitud y busca las personas con esas características.

Así se ve noble…
-Pero llega el punto en que se preguntan cómo se visitan más estas publicidades. Y ellos notaron que para que se visitaran más las publicidades debían estar más tiempo frente a la red social. Ejemplo, una persona pincha la publicidad 1 vez cada 10 minutos, si está 20 minutos lo apretará 2 veces si está 10 horas…se crea un bichito malicioso. Se genera que la persona dependa de la red social y se busque que estén conectado más veces.

Entonces estamos frente a un sistema que no está concentrado en vender solamente, sino en buscar la forma de generar adicción en las personas. En el documental caricaturizaban el sistema de cómo hacer que el chico castigado sin celular no pudiera resistirse y volver a ver las redes sociales. La persona frente a una nueva notificación tiene que ir a ver ¡es como los perritos de Pavlov!
-Claro, claro. Ese es el problema que tiene todo esto. En el documental lo muestran como si fueran personajes que te incentivan a seguir conectado a la red social, pero en un futuro si nosotros mezclamos la capacidad de los computadores, que hablábamos al inicio, más este nivel de información que tienen de nosotros, podrían hacer estos robots que dirijan nuestro comportamiento. No tienen otro objetivo que hacer dinero. ¡Ese es el gran problema!, por eso en el documental los creadores de programas les daba tanto miedo. Existen máquinas que solo trabajan para que tu estés frente a la pantalla. Uno no lo sabe, no porque sea oculto, sino porque ellos están relacionando cosas que uno no imagina que vuelve efectiva la conexión.

¿Si antes se contrataban personas de la informática, programadores, físicos o matemáticos para ese avance tecnológico, hoy se estarían contratando sicólogos, siquiatras o expertos en comportamientos humanos?
-Sí, sí, hoy en día contratar personas que ayuden a crear indicadores es lo más normal. Mira, en filosofía, en política a nivel mundial se usa mucho crear el índice nivel país, cuan bien o mal está algo. Cuando uno define esas cosas inmediatamente se crea este efecto en cadena: tengo un objetivo, cómo lo consigo. Mi objetivo es ser Presidente de la república, cómo lo consigo. Puedo manipular las redes sociales y crear noticias falsas de todo lo que ocurra para dejarme bien a mí.
Después que todos me elijan se darán cuenta que yo no era lo que decía, entonces, estamos frente a un fraude, eso ocurre.

Recuerdo que la elección pasada de Trump se dijo que hubo una manipulación por redes sociales y una no sabía cómo se podía hacer, ¿cómo se puede llegar a manipular?
-Con noticias falsas. En el documental también se aborda. Ejemplo yo quiero que salga Trump, entonces el objetivo que yo le pongo a los programadores de internet es que necesito que Trump salga, como la votación no existe hasta que ocurre, no tengo esa información como programador, pero tomo toda la información que sí conozco de ti. Entonces, por ejemplo, tengo una persona, que le pone me gusta a información de izquierda y le pone me gusta a información de derecha, y entonces se concentran en que esa persona vea noticias falsas que realcen a la opción que me interesa lograr, porque esa es una persona muy susceptible de manipular.

Me recuerdas los bots de Twitter, ¿cómo se generan esos bots?
-Un bot es un robot, quiere decir que alguien programa una inteligencia artificial muy sencilla, ejemplo que quienes publiquen la palabra presidente y reforma, el bot pondrá que “es una idea excelente”. Entonces se programa la unión de palabras para que el bots reaccione. Hoy es difícil saber cuántas personas reales están apoyando por redes sociales algo o no. Es un robot que su vida es leer twitter y debe reaccionar cuando aparezcan sus palabras programadas.

Una de las grandes propuestas del gobierno actual y de muchos es que estemos todos conectados disminuyendo los trámites presenciales y que se puedan hacer tramites online, pero puede ocurrir que un gobierno X haga cruces de información para manipular a la sociedad, ¿puede ser?
-Puede ser, es un concepto que se está trabajando harto en la política. Se ve muy duro y es inevitable que exista toda esa información almacenada y que exista el desarrollo tecnológico, yo no creo que en el futuro próximo no vayan a existir cámaras súper inteligentes que estén viendo todo lo que hacemos, ya fue el foto-radar para los autos, después será tu rostro. La pregunta es ¿cuál es el límite? y ahí entra las leyes que regulen esto que ya está ocurriendo, hay que legislar sobre los alcances éticos de esto.

Un proyecto cultural como uso positivo

Para cerrar con algo más optimista, entiendo que estás levantando en un proyecto cultural a partir del uso de esta información almacenada. ¿De que se trata?
-Me gusta el arte, creo que lo que tenemos que hacer es lograr ocupar estas herramientas para potenciarnos (como seres humanos) que para volvernos esclavos o adictos a la tecnología. La idea es que nos facilite la vida, que nos haga vivir mas felices y no perseguidos. Entonces mi idea es potenciar el desarrollo cultural, entendiendo bien cómo estas herramientas pueden generar nuevas obras o nuevos conocimientos.

La industria de la música por ejemplo, está súper desgastada por todo esto, en Spotify las canciones duran cada vez menos y es por lo mismo que Facebook, el mismo negocio: Ganan por que veas más veces la pantalla, en Spotify es que estén escuchando más canciones no porque les importe la música y su difusión sino para que veas los avisos. Se termina con el concepto de arte y se transforma en un producto. Entonces, lo que quiero hacer es poder conocer cuál es la identidad cultural de Chile.

¿Y eso cómo lo haces? ¿Haciendo indicadores sobre lo que se repite?
-Claro. La idea es que antes de que llegue toda la revolución a nuestras vidas, antes del 5-G, vamos a poder estar preparados qué es lo que realmente nos gusta y nos identifica, para que lo foráneo no tenga un impacto tan grande.

 

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