Por Valeria Solís T.
Periodista y Escritora

35 años dedicada al periodismo y concentrada en la contingencia política de España, la escritora Julia Navarro de a poco fue soltando su pluma periodística para poner su energía en su talento e interés literario, sin pensar que finalmente serían esas cientos de páginas las que cautivarían su vida y la de sus miles de lectores por Europa y el resto del mundo. En efecto, ya pasó la barrera de los 30 países y sus respectivas traducciones, siendo Alemania e Italia, además de su natal España, los puntos con más seguidores. En Latinoamérica, Chile es uno de los países donde más ha cautivado su mirada literaria, su estilo, su prosa. «Es un país de lectores bien críticos», me advierte.

Cuando escribió su primera novela «La Hermandad de la Sábana Santa» en 2004, lo hizo, según cuenta, con los pies en la tierra. Ya conocía la experiencia de escritores con éxitos y fracasos como parte de una misma realidad, y no quería pasar por ilusiones perdidas, por esto, su asombro fue doble al poder publicar en Plaza y Janés por un lado, y romper récord de ventas, por otro. Eso la ayudó no sólo a caminar con más confianza, sino a dar a conocer su siguiente libro que ya estaba concluyendo, «La Biblia de barro», al año siguiente. Le sucedieron «La sangre de los inocentes», «Dime quién soy», «Dispara, yo ya estoy muerto». Hoy nos presenta una novela en primera persona, la historia de un hombre de escrúpulos esquivos y oscuridades que uno pudiera reconocer más de una vez en la sociedad occidental: «Historia de un canalla», libro que ya ha cautivado a los lectores del mundo.

Tuvimos el privilegio de conversar con Julia Navarro no sólo de literatura, sino de contigencia universal y canallas… Me llamó la atención su delicadeza, es una mujer menuda, de voz suave y sonrisa amable, pero de voz certera cuando plantea sus ideas y puntos de vista.

julia3 (534x800)Leí que cada vez que intentaban catalogar tu literatura decían que eras novelista histórica y sin embargo, aclarabas que no era así. Sin embargo, como eres periodista quizá te importe ponerle hincapié a las contextualizaciones, ¿cómo lo ves tú realmente?
-Siempre me ha interesado los escritores, por ejemplo en un principio los autores rusos como Tolstoi, dostowiesky que al mismo tiempo que te cuentan una historia te están retratando una época, te cuentan una historia, pero hacen también un retrato social. Ésa ha sido siempre mi ambición al escribir mis novelas, contar una historia, pero al mismo tiempo hacer un retrato de una época, pero yo no considero que eso sea una novela histórica. Creo que hay grandísimos escritores de novela histórica, que son de verdad. lo que sí es verdad es que en todas mis novelas cuido el contexto, cuido el escenario donde ocurre la historia, procuro que sea absolutamente riguroso con la época, pero yo no considero que eso sea una novela histórica. Lo  que sí es verdad es que en todas mis novelas cuido el contexto, cuido el escenario donde ocurre la historia, pero fíjate que todas mis novelas ocurren en el siglo XX.

¿Por ejemplo?
-Mi primera novela es un thriller que transcurre entre el pasado y el presente, pero quitando ésa, la segunda y la tercera novela, que son las que pudieran tener más esa etiqueta de histórica, dan una mirada al pasado como de 20 páginas, pero todo lo demás ocurre en el tiempo presente.

Quizá esa necesidad de contextualizar históricamente es porque está presente el periodismo, además tu comienzas escribiendo libros de periodismo
-Yo soy una periodista que escribe novelas, es decir, uno no deja de ser periodista el día que dice «no ejerzo más el periodismo». De manera que es algo que te marca e imprime carácter. Sin duda, la periodista que soy,  está en mi manera de ser, en mi manera de ver el mundo, de escribir, de contar las historias, de lo cual me siento muy orgullosa.

julia 2 (534x800)La academia pueden ver muy en blanco y negro para lograr clasificar, pero la creatividad es otra cosa
-Lo que siempre digo, es que el periodismo y la literatura son caminos paralelos, los periodistas contamos una historia que tiene que ver con la realidad, con protagonistas reales, y el novelista cuenta esa otra historia que inventa personajes, pero al fin y al cabo se trata de contar una historia. Desde el principio de los tiempos al ser humano le gusta contar historias…

Es parte de nuestra antropología
-Sí, creo que está en el ADN del ser humano.

Te lo pregunto también porque a veces cuando uno viene del periodismo da un poco de susto pasar la barrera y entrar en la ficción
-Claro, pero yo nunca he tenido susto, escribí mi primera novela con la tranquilidad de saber que si me iba mal, no iba a pasar nada, porque yo ya tenía una carrera en la cual me había consolidado. Sólo me iba a llevar un disgusto a nivel personal (risas), pero no me hubiera afectado mi vida profesional, en absoluto. Era como la trapecista que hace el triple salto mortal, pero tiene una red debajo.

Era darte un gusto..
-Era darme un gusto, donde no me jugaba en nada.

¡Y te fue muy bien!
-Me fue bien con la primera novela, fue una novela que en España tuvo en éxito inmediato y además se vendió en 30 países, en más de 30 idiomas.

¿Cómo ves hoy ese impacto?
-Lo vi con una enorme calma y tranquilidad. Creo que los periodistas tenemos bastante ventajas a la hora de analizar la realidad. De repente me encontré de la noche a la mañana con un libro que se transformaba en un éxito, pero yo he visto a tanta gente tener éxito y al día siguiente tener un fracaso que eso me hizo vivirlo con una cierta tranquilidad y distancia. Me decía «bueno, me fue bien, he ido muy bien, he tenido suerte», pero también ahí estaba la gente que te cargaba y decía «le fue bien a la primera, pero veamos qué pasa con la segunda». Y con la segunda me fue muy bien, entonces, lo he vivido sin despegar los pies de la realidad.

Tus primeras novelas fueron publicadas más seguidas  que las últimas ¿eso tiene una explicación?
-Vamos a ver, lo que ocurre que la primer novela «La hermandad de la sabana santa» yo la publico en 2004, pero estaba escrita desde antes, entre que la termino, busco editorial, la leen y deciden publicarla pasa un tiempo…mientras yo hacía todo ese camino la otra novela ya la tenía lista, por eso salió con un año de diferencia más o menos, y la tercera como con dos años y luego, tres años, tres años.

Eso que me explicas me indica que tú no esperaste el feedback de tu primera novela, tú querías escribir.
-¡Sí, sí! sin saber si me iban a publicar la primera novela.

rdl-historia-un-canalla-julia-navarro--L-DFXW7cHISTORIA DE UN CANALLA
Ahora quería que conversáramos de tu última novela que llego a mis manos, ¿en España qué significa canalla?
-Canalla tiene una acepción incluso medio simpática, pero claro, se puede pensar que se trata de alguien que es medio sinvergüenza…

Pero el protagonista es un tipo medio sicópata…
-No, no, porque un sicópata es alguien que no es consciente de lo que está haciendo y los canallas sí saben lo que hacen.
Entonces es un hombre muy malo…
-Es una persona que tiene un trauma en su infancia que lo va ha marcar el resto de su vida. En el fondo es una persona débil, una persona terriblemente débil, que no se logra encontrar bien dentro de su propia piel y que actúa como los elefantes: pisándolo todo, porque está en una permanente huida de sí mismo. Eso lo explica, no lo justifica. ¿Cuántas veces has podido escuchar «yo no me arrepiento de nada, volvería a cometer los mismos errores»? Es un lugar común en mucha gente. Bueno, eso es lo que dice mi personaje.

Y el porqué este personaje provoca tal impacto, es porque está escrito en primera persona. Si la novela estuviera escrita en tercera persona habría esa distancia entre el lector y el personaje, pero al estar en primera persona, el lector está dentro del personaje y ve al personaje sin máscaras. Tomás Spencer no es muy distinto a miles de personas que andan por ahí.

Sí, ¡claro! es reconocible, el tema es que quizá como la historia parte desde su infancia hacia el final uno como lectora espera que a lo largo de esas 800 páginas, el personaje se reivindique en algún minuto.
-Es que él se reivindica de alguna manera, pero de una manera…,vamos a ver, cuando él en sus últimos días de su vida empieza pensar lo que ha hecho y cómo debería haberlo hecho, es una llamada a la conciencia, pues nadie hace esa revisión si no tiene a esa conciencia llamando a su puerta. Lo que pasa es que a continuación él dice, como mucha gente: «yo no me arrepiento». Pero el sólo hecho de plantearse «qué he hecho y qué es lo que debería haber hecho», es un análisis.

Pero como lo planteas es desde lo mental, porque el personaje es tan indolente que uno cada cierto rato no resiste, te violenta. Entonces siento que como autora ¡eres como el personaje de Esther!…
-(risas) Esther es un personaje al que él manipula, es un personaje contradictorio que tiene sus propias ambigüedades morales, aunque lógicamente muchísimo mejor que él en todo.

¿Te costó escribir una novela con un protagonista así?
– Mucho, mucho, es la novela que más me ha costado escribir. Es una novela difícil, sé que es un novela dura, que tiene un trasfondo sicológico importante. Es una novela que quiere hacer un viaje a la parte más oscura y recóndita del ser humano. Entonces cuando haces un viaje a la parte más oscura, nunca es un viaje común.

Es una novela que de verdad yo quería escribir. Para mí era un desafío, era cambiar la estructura de la forma en que yo estaba escribiendo hasta ese momento, al escribir en primera persona hace que no te puedas alejar del personaje, de los hechos y de la descripción de esa parte oscura del alma, que te deja absolutamente exhausta.

Hay otros elementos interesantes que aparecen en el libro y que tienen que ver con algo que es muy propio del siglo XXI , ocurre en Chile y en muchas partes del mundo, me refiero al tema de la corrupción. Al involucrar al protagonista en campañas políticas, en el mundo de la comunicación estratégica es muy interesante.
-Yo creo que una cosa es decir, beba esta agua mineral, que es publicidad blanca, y otra, son estas cosas de las grandes compañías de comunicaciones que lo que marcan son tendencias, son los que deciden qué comemos, qué compramos, a quién votamos. Como ciudadanos ( en esta sociedad interconectada) nos falta el tiempo y el sosiego de analizar exactamente qué es lo que nos están contando, quién nos está contando y por qué nos lo están contando. Recibimos tal volumen de comunicación, que nos falta el tiempo y la serenidad para analizarlo con sentido crítico. Es una llamada de atención que también quiero hacer con el libro.

Otra llamada de atención es el mundo del poder. Esta novela ocurre entre Nueva York y Londres, donde están los dos grandes centros de poder del mundo, es donde se toman decisiones que nos afecta a millones de personas todos los días. También he querido coger al lector y llevarlo detrás del escenario. La vida es una especia de gran teatro, y a veces no sabemos que tras el escenario hay quienes están moviendo los hilos.

De alguna manera con esta novela, representas el micromundo  con el conflicto del poder en el protagonista, pero también lo vinculas con lo macro, de qué ocurre en este mundo occidental.
-Exactamente, el cómo se puede manipular, como se puede llevar a la opinión pública de un lado a otro, cómo se fabrica un candidato de absolutamente de la nada.

_LOL9008 (534x800)También eliges un tema que es muy fuerte en Chile que tiene que ver con la protección de los recursos naturales, las causas ecológicas, ¿lo eliges por qué?
-Me preocupa como ciudadana, y porque yo no creo que el progreso pase por maltratar el medioambiente, es más, creo que eso es un retroceso. Hoy estamos pagando las consecuencias y más la pagarán las generaciones venideras. A mí me preocupa esta casa común que es el planeta que habitamos y, a veces, los poderes económicos arrasan con zonas protegidas, zonas naturales en nombre de un supuesto progreso, de una supuesta creación de puestos de trabajo, entonces, manipulan a la opinión pública e intentan manipular a los medios de comunicación, intentan manejar los hilos políticos para obtener beneficios. Claro, yo he querido hacer esa denuncia.

El cierre de la novela es abierto…
-En todas mis novelas los finales son abiertos, los lectores deciden como terminan.

Pero la escena que vi, fue como las tres gracias…
-(risas) Sí, bueno, a veces los lectores me escriben o preguntan sobre qué quise decir qué pasó de verdad. En esta novela, las lectoras en general, tienen clarísimo cuál es el final.

¿Estás escribiendo otra novela?
-Sí, ya estoy preparando. En febrero salió esta novela y ahí ya me puse a escribir.

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