Por Valeria Solís T.
Escritora, Terapeuta energética Adaba, Periodista
Directora Mirada Maga 

Es de esos jóvenes con una sensibilidad tan alta, que podría ser parte de cualquier serie de temas invisibles, sin embargo él no se quedó revoloteando en temas más efectistas o paranormales, sino que profundizó en busca de más verdades y porqué no decirlo, en busca de sabiduría.
Al conversar, Diego Herrera del Río dice frases de gran profundidad que no calzan con sus 24 años, y ése es el tema precisamente de su vida, que nunca calzó con lo que su propia biología le indicaba. Sus primeras imágenes y sensaciones infantiles hablan de incomodidad, de que algo no calzaba del todo, demasiadas preguntas existenciales que no encontraban respuestas. Sus padres, para él, inmejorables, siempre fueron un apoyo para sus terrores nocturnos de niño y sus innumerables preguntas después, llegando a la actualidad donde su propia madre ha sido alumna de la formación que él imparte. Imahe, Vortex, un –conocimiento que fue dando forma de distintas fuentes, incluso las canalizadas.

«Es un sistema de canalización y activación energética que permite comprender y operar el campo electromagnético o aura para establecer una conexión consciente con nuestro Ser interior o Guía. La conexión interna nos lleva a vivir transformaciones a nivel físico, emocional, mental y espiritual a través de profundos procesos de sanación, concientización y empoderamiento».

Desde que nació sufrió de asma, una sintomatología que para él tiene una explicación clara «cuando yo tenía como siete meses en el vientre, mi mamá tuvo una crisis nerviosa porque a mi papá se le ocurrió renunciar al trabajo que tenía donde le iba súper bien. Y bueno, yo dejé de crecer y nazco con el cordón umbilical en el cuello. A los ocho meses de haber nacido tengo mi primera crisis de asma. fue como ¡Bienvenido a la Tierra!» (risas).
Me cuenta que como a los cinco años quería leerle la mente a su hermano menor (hoy de 21).

¿Pero eso se te ocurrió espontáneamente?
-¡Claro!, yo estaba sentado en mi cama urgido porque me iban a retar por algo que hice, y digo tengo que leer la mente de mi hermano para que no diga nada y me levanto a hacer un dibujo de una máquina para leer la mente. Después como a los 7 años, yo estaba en un colegio de puros hombres, y me doy cuenta que siempre que cerraba los ojos se me quedaba pegada la última imagen que yo veía, pero empezaba a darse vuelta y cambiar, y aparecían seres, paisajes, lo cual para mí era súper normal…

¿Que era normal?
-Ver cosas con los ojos cerrados, pero eso no les pasaba a mis compañeros…

¿Lo comentabas, le contabas a alguien?
-No, era algo para mí, mi vida era así, era todo normal para mí. Era como si yo respiro, tú también respiras, no tenía por qué cuestionármelo. Lo otro que me pasaba era que cada vez que me miraba al espejo se me cambiaba la cara, yo veía que aparecían otras personas, otros seres y me daban miedo; no me gustaba mirarme en los espejos. Paralelamente, siempre me ahogaba, yo andaba con el inhalador todos los días.

¿Tenías terrores nocturnos? que suele ocurrir cuando está tu mente muy abierta…
-Claro, ¡siempre! De hecho dormí hasta los 14 años con mis papás, y ellos me daban todo el apoyo incondicional, me abrazaban y esperaban a que se me pasara, mi mamá siempre buscando remedios naturales, muy intuitiva y receptiva, y mi papá muy amoroso. Siempre he tenido papás presentes. Ellos son lo máximo. Y bueno, cerraba mis ojos y veía cosas. Siempre mi cuento es a través de los ojos, muchas no he querido mirar a los ojos, porque es demasiada la conexión, me daba miedo siempre.

¿Anotabas, guardabas la info que ibas registrando?
-No, nada, nada, sólo lo vivía muy intensamente y hasta medio obsesivo.

¿Nunca le pusiste nombre a lo que pasaba?
-No, nunca, era vivir intensamente. De pronto empecé con las preguntas, o sentir por ejemplo que yo tenía otros papás, que eran más grandes, ésa era la sensación. Mi mamá me mostraba fotos de ella embarazada y me decía: lo siento, esto es lo que hay(risas). Yo decía, es que no me hace sentido porque a veces mi cuerpo es más grande y a veces es más pequeño… y al final todas esas manifestaciones me ahogaban, se traducía en ahogo, era todo asma. Era como decir: ¡me ahogo porque no entiendo nada! Luego a los 12 empiezo con muchas preguntas, quién soy yo, quiénes son ellos, para dónde vamos, de qué se trata  esta Era, qué sentido tiene la existencia,… y mientras más me preguntaba más me ahogaba, y como nadie me decía qué era verdad y qué era mentira, entonces concluí: o me están mintiendo o nadie sabe la verdad. Entonces me puse a estudiar detección de mentiras (risas) con un doctor Paul Ekman, un sicólogo de la universidad de California.

¿Lie to me?
-¡Claro!, la serie se hizo a partir de ese estudio. Y yo lo estudié de manera obsesiva durante cinco años, de los 12 a los 17 años, y ahí me empiezo a meter en el mundo mental, pienso que el pensamiento es lo más importante, investigo la conducta y me voy al mundo de la psicología y cuando salgo del colegio a los 17 años me pongo a estudiar PNL (Programación Neurolinguística) estuve dos años, y me fue extremadamente bien, seis y nueve.

Pero estabas vinculando todo tu mundo a la mente, ¿y qué pasaba con las emociones?
-Era esa mi comprensión de vida, yo odiaba mis emociones, odiaba mi cuerpo, sentía mucha rabia, si me lesionaba en kárate, decía pierna maldita, siempre mucha rabia

¿Qué explicación tenías a esa rabia?
-Que yo no me sentía, yo no sentía mi cuerpo, había otras energías en mi cuerpo, menos las mías, entonces al estar en mi cuerpo era incómodo, era como vivir con vagabundos en mi pieza, era muy desagradable, desordenado, era hediendo, eso era estar conmigo…Y ahí me uní a Sofi Vera (creadora del sistema de sanación Adaba), a quien conocí desde siempre, porque era parte de un grupo de amigos de mis papás. Ella me miraba y me hablaba de cosas que eran alucinantes, teníamos grandes conversaciones, cosas reveladoras. Sofi marca mi vida, fue mi maestra durante mucho tiempo. Hasta que empezó a hablar de la energía y de Adaba, y yo encontraba que estaba loca, (risas) y mi mamá empezó a aprender Adaba como el 2008 con ella. Yo tenía como 13 años y pensaba que estaban todos locos con ese tema de las energías, pero cuando salgo de PNL entro a estudiar sicología a la universidad y un día tuve una experiencia energética, siento una cosa acá (en la oreja) y me la saco con la mano (una estructura energética que se percibe con terapia Adaba). Me empiezo a sentir mal, afiebrado, dolor de cabeza, ahogo, tenía una especia de parásito energético, ¡era asqueroso!, y lo saco y se me pasa ¡todo! Ya no estaba mareado, no tenía ganas de vomitar, no me dolía la cabeza. Le cuento a Sofi y me dice: ¡ya, entra Adaba!, muy feliz ella. Ahí partió todo.
¿Qué pasó contigo cuando dimensionaste esta parte de la realidad?
-¡Me fascinó, me fascinó! y me obsesioné, claro, dejé la universidad al año siguiente y gracias a ese trabajo, con Pancho Moreno también (profesor de terapia Adaba) pude ir comprendiendo mi canal. Con Francisco y Sofi yo me sané mucho; encontré sanación y compañía.

¿Y también explicación?
-No, explicación nada. Lo que sí ocurrió es que me sané de forma real, concreta, mis sensaciones cambiaban día a día, yo me estaba transformando, pero no comprendía nada, no entendía el porqué de las estructuras (energéticas), pero ya sabía que habían estructuras y que se podían sacar y el poder trabajarlo era suficiente. Yo Adaba lo vibro, de hecho me tatué el símbolo, Adaba es el movimiento de la mente profunda, que para mí es el corazón, entonces mi camino fue seguir avanzando y volver a esa mente profunda, que es el corazón.

¿Qué pasó después?
-Conocí a un argentino, Juan Manuel Giordano, un canalizador de energía crística.

Yo entendía que él era médium
-No, él es canalizador y catalizador, este último es un concepto que descubro y entiendo después. Termino Adaba y el 2016, conozco a Gabriel Pieper y él me lleva donde su maestra: Constanza Junemann, la mejor canalizadora que he visto en mi vida. Me voy a atender con ella y quedo tan impactado con todo lo que me dice que hasta el día de hoy escucho esas grabaciones y aprendo algo nuevo, y yo dije «quiero hacer lo que hace ella, sé que lo puedo hacer».  Y realicé un taller de canalización y mi canal se abrió ¡puf! Se abre para poder hablar con el famoso guía…, hoy comprendo que el guía es la conciencia que une a toda la humanidad, que es la humanidad en sí misma, o el Cristo.

¿Pero es el Cristo o lo que Jung decía el inconsciente colectivo donde está la matriz que nos une a todos?
-Hablar con el guía es hablar con el consciente colectivo, porque el inconsciente es como la personalidad de la humanidad y eso es otra cosa, y es lo que vemos aquí mismo. Al ver esta consciencia colectiva pude observar mis propios dolores, pero observarlos a un nivel muy profundo, y pude darme cuenta que era yo quien había creado mi realidad. Y ahí empieza mi maña…

¿A qué te refieres?
-A lo que les pasa a todos los que empiezan a ser conscientes de la realidad, que te sientes atrapado, que todo está mal, que el mundo está mal y ahí empiezas a mirar tus juicios…

Espera Diego, es que igual eres muy joven (ahora) entonces cuando me dices que tuviste que sanar tu vida…es como…exagerado, ¿consideras todas las vidas…?
-Mira, lo que hice fue comprender que había un mundo atómico, físico y un mundo cuántico. En el mundo cuántico yo soy lo mismo que tú, por lo tanto, lo que a ti te duele a mi también me duele, porque somos lo mismo tú y yo. Por lo tanto para sanarme a mí había que sanarte a ti a través mío. ¿Por qué ahora logramos el equilibrio cuando solo nos tocamos las manos?, porque sentimos la presencia del otro solamente (minutos antes de la entrevista tuve un gran malestar físico, un gran mareo, y Diego me ayudó a estabilizarme). Lo que hicimos fue conectarnos con esa conciencia de que somos iguales, y que es infinita y a la nunca le ha pasado nada.

¿Cómo llamamos a esa energía superior que permite que esté todo vivo y que permita que se mueva todo el universo?, yo le puse energía amor, amor es conciencia…
-Sí, amor es conciencia, exactamente, ¡eso es! Y la conciencia es un acto voluntario. Y lo que hacemos nosotros al estar inmersos en nuestro prisma mental, que además está lleno de sensaciones de separación, es que no quieres contacto con nada ni nadie, y eso genera inconsciencia. Por lo tanto, el acto de consciencia te permite conectar con esos afectos tuyos que son abstractos, que es el guía, que es esto que nos une y que se llama y es presencia, ¡y no tengo que hacer nada especial! ¿Pero cómo lo hago para estar presente? sólo así, estando presente. Esta es una comprensión que tuve a través de la experiencia con Juan Manuel Giordano.

¿Cómo llegas a él?
-Estuve atendiendo y un día llega una paciente, y me dice que iba a traer a Chile a Giordano y ella le dice a él que se vaya a atender conmigo. Su energía era otra cosa, imagínate, nunca había encontrado algo así. El me empieza a hablar, me dice que hay seres en otros lados, de otras conciencias, y me habla de mi potencial, que yo estaba haciendo muy poco con mi potencial, me dijo que tenía que hacer un proceso de sanación atendiendo a doscientas cincuenta personas al día.

¿Cómo?
-Y que debía transmitir información y que en un año yo iba estar en otra cosa, me habla un montón de cosas que me resonaron tanto, pero me enojé y no quise hablarle más(risas).

Era mucha la presión…
-¡Mucha!, y después me empieza a hablar por Messenger y me manda sus videos. Paralelamente yo empiezo a sentir como otro idioma en mi cabeza, uno que yo hablaba para mí cuando chico, y veo que ese idioma lo usaba Juan Manuel en sus videos y cada vez que lo escuchaba yo lloraba, lloraba, lloraba. Y ahí empiezo a abrir mi canal a mis líneas de existencia anteriores, la pregunta ahora era, ¿qué fui antes de ser un humano? Porque en mis vidas humanas no encontraba las respuestas, ¡no estaban! y ahí empecé a tener recuerdos de Las Pléyades.

¿Cómo recibiste esa información?
-Por sueños, y además viene una sincronía extrema. Eso me lo regaló la vida, lo aprendí solo, me lo regalaron. Empecé a comprender lo que significaba el lenguaje de la vibración, y bueno cada vez que venía Juan Manuel a Chile me hacía trabajar con él en las sesiones de energía que realizaba, que se llaman «Human Vortex», hasta que el 20 de mayo de este año hice mi primera sesión solo.

¿Pero de qué se trata este idioma que te das cuenta que existía…?
-Existe en un planeta que se llama Maya que está en las Pléyades. Yo lo hablaba para poder comunicarme con diferentes razas estelares, y lo que hacía en ese lugar ( en esa vida) era estudiar los mapas de tiempo, es decir, cómo avanza la elevación y evolución de una raza, la humanidad, los animales.

¿Eso existió o existe hoy día?
-Existe, si es con lo que yo me conecto para hacer mis sesiones, para hablar y traer la información. Después del año nuevo del 2017 siento que despierto allá y recibo un nombre Sanai, y el 3 de enero recibo la palabra Imahe y veo la estrella de ocho puntas, que significa muchas cosas…

¿Qué es vibración?
-Es un lenguaje de la creación, la creación habla en cinco lenguajes: la vibración, la luz, los colores, la geometría y los números. En las pléyades se habla el lenguaje de la vibración, que puede generar un cambio en el estado de la persona sólo con tocarlo, con mirarlo, con estar presente. Eso es lo que estudié y he estudiado todas mis vidas.

¿Cómo se traduce?
-Yo fui profundizando qué había en la estructura ( que se trabaja en la terapia Adaba), veo que tenía un núcleo, y ese núcleo era un yo, ¿y ese yo qué es?, es una fragmentación del alma, ¿y cómo se fragmentó? así y así, y en eso el guía me empieza a dar información y armarse una historia sobre los diferentes cuerpos energéticos, con sus diferentes funciones, sobre la energía kundalini terrestre y kundalini cósmica. Canalicé gran parte y mi amigo Juan Vásquez me ayudó a llevarlo a una hoja y escribirlo. Nos empezamos a juntar todas las semanas y empezamos a generar conocimiento, tengo quince cuadernos con información. Entonces, Constanza me enseñó la canalización, que es el arte de traer información de tus otras dimensiones, y Juan Manuel Giornado me permitió conocer las catalizaciones, que es el arte de traer energías de otras dimensiones.

Sistema Imahe

¿Qué haces en Imahe Vortex?
-Canalizo y catalizo.

¿Cómo se puede traer energía que viene de otras partes?
-Te la entregas a ti misma, tienes que estar despierta dentro tuyo. Son muchas comprensiones que hay que tener. No se trata de hacer un par de movimientos con los dedos; se trata de un movimiento de la conciencia, una alquimia de la conciencia. Aprendes a manejar tu conciencia, a moverla dentro de ti, a situarla, a expandirla, a enfocarla, hacerla un rayo, hacerla un ave.

Dame un ejemplo
-Para canalizar lo que hago es entrar profundamente en mí hasta que llega un momento en que entro, solo respirando, respirando, y algo se abre, es como entrar a otro espacio. Y ahí se abre y se expande mi energía, y sé que puedo hacer cualquier cosa con la energía. Estoy conectado multidimensionalmente, es sutil. Te vas a un espacio de silencio interno, como si una manguera estuviera doblada, y en ese espacio de silencio la manguera comenzara a estirarse y el agua pudiera pasar…Cuando empiezas a tener dudas, doblas la manguera.

¿Qué pasa con la persona en sesión?
-La anclo a mi frecuencia, la persona está en trance, es un mundo cuántico, donde trabajamos con las posibilidades y no con hechos, entonces por ejemplo, trabajamos con las líneas de tiempo, y lo que ocurrirá es que cambiará tu frecuencia, y el cómo tu proceses esa información va a generar una geometría, esa geometría va a generar una intención, esa intención va a generar un pensamiento, ese pensamiento va a generar una emoción, esa emoción se va a transformar en una palabra y esa palabra se va a transformar en un acto. Ésa es una cascada multidimensional. Imahe permite comprender esto.

Cuando estuve en la sesión sentí que se ajustó una energía fuerte desde mi pecho, y me sentí encajada, reseteada durante unos quince días, ¿qué ocurrió? ¿me pusiste energía o activaste energía en mí?
-Lo que hicimos fue acelerar tu campo de energía, que todo anduviera más rápido. Todos los funcionamientos artificiales o mentales que se originan a partir del miedo, por ejemplo, van lento, y al acelerar tu energía, esa agua que está bloqueada en la manguera, pasa y arrasa con todo. Lo que hicimos fue ponerle agua a tu canal, mucha agua, después de eso, yo veo tu flujo de energía y veo en qué parte de la manguera se estanca el agua y sacamos esas piedras y las apoyamos alrededor para que el agua fluya muy rápido. Luego te conecto a una frecuencia, ¿a cuál frecuencia? A la frecuencia de tu alma, entonces es tu propio río el que empieza a retroalimentarse, es tu propia energía. No hay nadie más poderoso que tú misma.

¿Cómo te defines con lo que haces, o lo que eres?
-Un canalizador y un sanador. Me dedico a la transformación de la conciencia y a la evolución personal.

¿En tu vida cotidiana cómo vives este aprendizaje?
-Yo lo vivo todo el día, ¡todo el día!, de hecho ando con mi cuadernito. Todo el día estoy aprendiendo, canalizando, todo me resuena. Yo ya no trabajo, me jubilé, ahora me pagan por lo que amo. Yo no voy a dejar de hacer esto en toda mi vida, siento que vine para ayudar a recordar, es decir, trabajar donde hay más energía eléctrica en los campos mentales que energía magnética. La energía eléctrica te hace ir, desear, querer, tomar, la energía magnética te hace contener. La energía de la Tierra es femenina, es magnética.

*Próxima actividad: Mediados de Noviembre

IMAHE significa «Verdad del corazón» y trabaja la consciencia a través de palabras, símbolos e imposición de manos. El proceso energético gira en torno a 2 ejes: Organizar y transformar nuestra experiencia de la realidad; crecer interiormente y desarrollar nuestro potencial a  través de la conexión con la naturaleza del alma.
El trabajo energético consta de 3 fases:
Fase de depuración (limpieza de los puntos de luz y cuerpos sutiles); Fase de reconstrucción (Reparación y armonización de los canales de energía); Fase de Activación (reconexión con el pulso natural del alma) lo cual alivia el rumeo mental y la carga emocional dando claridad y paz.Las prácticas del sistema consisten fundamentalmente en reconectar, sanar y activar el corazón como un eficiente GUÍA espiritual. Desde el guía, IMAHE opera las facetas invisibles e inconscientes de nuestra existencia.
El sistema nos abre al camino del auto descubrimiento, amor propio y autonomía donde damos luz o despertamos el espíritu que mora en nosotros para abandonar el sufrimiento y generar la atracción de circunstancias favorables y deseables para nuestra vida.

Contenido del Taller

1) El aquí del ahora
– Lenguajes de la creación.
– Estatutos universales.
– El canto de la creación.
2) Alquimia de la consciencia
– Puente/Puerta/Idioma
– 9 Principios para la consciencia.
3) Multidimensionalidad
– Plan divino de Gaia y los Elohim
– Mu/Lemuria/Atlantia/Crística.
4) Anatomía del alma
– Holograma Crístico.
– El tiempo natural.
– Activación ADN
5) Medicina del alma
– Sagrada Trinidad
– Protocolo IMAHE.

Fecha: Sábado 17 de Noviembre 2018 (Fase 1 , 2 y 3)
Domingo 18 de Noviembre 2018 ( Fase 4 y 5). Horario: 10:30 – 20:30 (ambos dias) 13:30 – 15:30 Almuerzo NO INCLUIDO. Incluye 2 coffee break por día.
Lugar: Nueva Providencia 2155, salón eventos torre A.
Inversión: $250.000 Reserva de cupo: 30.000 (se resta del valor total) Ver alternativas de pago: con Carolina Del Río al +569 68983896.

https://www.facebook.com/diego.derreradelrio/videos/2161675650820595/

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