Por Valeria Solís T.
Directora Mirada Maga Ediciones

Esta entrevista se realizó en 2018

Nos conocimos a fines de mayo del año pasado en una impactante entrevista-conversación vía skype, vendría a Chile por primera vez en Junio. Hoy lo tuvimos de regreso con dos grandes actividades, una conferencia a fines de noviembre en el Teatro Oriente de Providencia y un retiro de tres días en medio de los Andes.  El encuentro que tuvimos esta vez fue previo a que se fuera al retiro con asistentes ávidos de genuinidad. Fue una suerte de continuación de la conversación del 2017, pero ahora era en directo, con más pausas de silencio y más risas, pero la nadamos en la misma profundidad.
El español Sergi Torres es conocido por sus charlas y reflexiones que llenan teatros de distintos puntos del orbe, su sencillez para hablar de lo esencial, su claridad para hacernos mirar hacia adentro es quizá la clave para disfrutar asimilar sus palabras.

Sergi en tus conferencias y libros invitas a despertar en conciencia a lo que somos en presente, y uno dice me hace sentido, me resuena pero desde lo consciente, la vigilia, pero qué pasa con su inconsciente. ¿Cómo puede abordarlo alguien que dice quiero ir, quiero soltar y concentrarme en el presente, pero no puedo?; uno entiende que el arrastre del inconsciente es muy fuerte.

-Lo que comparto de lo que dices es una invitación a hacer un acto de presencia. Cuando hace acto de presencia, lo primero que hace (la persona) es hacerse consciente de aquello que ya es consciente. Todo el mundo tiene la capacidad de hacerse consciente de que está haciéndose consciente en ese instante. Pero como no estamos acostumbrados a vivir en ese espacio de conciencia pensamos que hacer consciente es hacer X cosa, lo que no significa necesariamente ser consciente, entonces, hay gente que te dice “no puedo”, no lo consigo” y eso sí es hacerse consciente de una parte de sí mismo. ¡Ése es el punto de partida que tienes!, y cuando la persona lo hace, nace una decisión: el cómo hacerse consciente de que no eres consciente, en ese instante tomas contacto con tu presente.
Hasta donde yo sé, si tomamos esto, el inconsciente empieza a movilizarse, empieza a presentarse, desde lo oculto empieza a mostrarse a lo consciente.

Claro...

-Y qué pasa, la persona dice: ¡pero si esto  lo llevo toda la vida viéndolo!, y claro, si el inconsciente todo el tiempo tiende a la conciencia, pero lo que ocurre es que nosotros decidimos en algún momento que (experiencia, vivencia) no es digno de nosotros, no nos gusta, no queremos vivirlo, no queremos verlo y ahí construimos nuestro inconsciente, que no es más que una celda fantasma, una celda inventada donde yo traslado todo aquello que yo no quiero asumir, y no es que no puedo asumir, sino que no quiero y luego lo experimentaré como que no puedo, porque es el broche magistral para que el inconsciente quede cerrado.

¿Cómo interpretas lo que es el inconsciente entonces?
-Hay dos partes en la inconsciencia que yo experimento. El inconsciente personal, que es aquel donde están las ideas heredadas, vividas de anda a saber cuándo, ¡y que pulsan!, tienen una energía, pulsan, y están intrincadas y vinculadas a la experiencia de Sergi ahora mismo hablándote, hasta el punto de que puedo estar hablándote en base a mentalidad antiguas, de las que no soy consciente, ¡y creyendo que soy yo!, cuando en realidad soy el fruto de un personaje no asumido en centurias.
Después está el inconsciente absoluto, que es: no soy consciente de que soy universo, no soy consciente de que no sólo soy un ser humano, no soy una gota, soy un océano.

¿Te refieres al inconsciente colectivo? 
-Voy mas allá, ni siquiera es colectivo.

El inconsciente de existir, el inconsciente de Ser.
-El inconsciente de la esencia, es esa gota que toda forma de vida, que toda creación universal contiene en cualquier lugar del Universo.

¿Y el inconsciente colectivo lo consideras?
-En el inconsciente personal hay una malla, un entramado de inconsciencia que vamos a llamar acuerdos silenciados, nunca había usado esa expresión, me gusta, acuerdos silenciados de lo que es la muerte, de lo que es el amor, una relación de pareja, una enfermedad y vivimos esto sobre la base de esos acuerdos creyendo que así es la vida, que son verdaderos, para mí eso es un inconsciente personal, pero que está intrincado a muchas otras personalidades.

De alguna manera lo que estaría entorpeciendo para estar en el presente se refiere a cómo hemos creído que son las cosas, como hemos creído qué es la realidad. Entonces la transformación cómo lo logra una persona.
-Ahí hay un punto muy interesante. Desde el inconsciente personal voy a intentar resolverlo, yo voy a intentar resolverme, hay una resolución, porque son tantos códigos inconscientes. Sin embargo, si yo puedo hacer acto de presente y como mínimo asumir aquello de lo que soy consciente ahora, descubriré que aquello que uso para asumir mi conciencia personal no es tal, ¡es otra cosa!
Es decir, aquello que abraza mi personalidad está forjada por un montón de códigos inconscientes, aquello que la abraza lo hace de una y a Todo. Ese abrazo es lo que permite que la conciencia universal pueda transferirse en todos esos ámbitos y empieza a revelarse. Y cuando se revela yo empiezo a ser consciente de eso, y cuando soy consciente de eso soy libre de eso, porque cuando soy consciente de algo soy libre de elegir dejar de actuar de esa manera. Es decir, si tengo un código que me lleva a reaccionar de determinada manera ante algo y no soy consciente de eso y creo que soy así, entonces no soy libre de decidir actuar de otra manera. Entonces, muchas veces no quiero repetir cierto patrón de relaciones, no quiero sentir tristeza, yo no quiero, yo no quiero, ¡pero no estoy siendo consciente! No estoy asumiendo la frustración que hay producto de mi experiencia humana.

Para que una persona pueda comprender, primero sentir y ser consciente de que tengo una pena o una frustración por ejemplo, no negarla más y después me pregunto cuál es el origen de esto y puedo decidir empezar una nueva historia?
-Mira, observa esto: voy a preguntarme por mi pasado y ahora me voy a sentir, me siento a mi, voy a preguntarme por el pasado, me siento a mí. Te fijas que hay un gesto distinto, cuando me pregunto por el pasado hay un movimiento que hago que haciendo hacia la cabeza y hacia adelante es como estar poniendo frente a mi mirada mis recuerdos para indagar en ellos. Ym cuando decido sentirme el movimiento es hacia mí y hacia adentro. Para mi clave hacerse sensible de esto, porque si yo voy a mirar en mis recuerdos no encontrarésabiduría en ellos.

Lo encuentras en el sentir el recuerdo…
-Eso es, eso es.

Lo que paso es anecdótico, y lo trascendente es qué paso contigo con esa experiencia…
-Eso es. Si miras el recuerdo de verdad, si no lo intentas solventar, verás como el recuerdo apunta hacia ti y hacia adentro, ¡porque hay un sentimiento que no está resuelto! Como resuelves el sentimiento, sintiéndolo, para mí no hay más. Cuando lo sientes se abre un espacio interno.

Hay personas que rehúyen cuando ese sentimiento es incómodo…
-Es una decisión…, es acompañar a esa persona a que pueda tomar una decisión. El tema por el cual piensa que no puede sentir eso, no es porque no pueda, si ya está sintiéndolo, el problema es que al sentirlo decide que eso no lo puede sentir, porque lo supera, pero en realidad, no lo supera. Es intenso: sí, muy intenso: sí. Hay un mecanismo sicológico de defensa: no vayas más hacia adentro, porque si vas hacia adentro lo solventarás y si lo solventas te darás cuenta que no sabes quién eres, porque mucho de lo que eres en este mundo ¡parte de tus heridas!, ¡de tus deudas!, ¡y de tus cosas por solucionar! Por eso repites una y otra vez patrones en tus relaciones, si tú los solventas, ¿cómo va a ser la siguiente relación? No lo sabes. Entonces, inconscientemente preferimos seguir conociendo nuestra herida, porque nos aporta una sensación de seguridad.

Quizá el mejor camino para bucear hacia adentro es ir a todas nuestras emociones y ver lo que sentimos
-Sí y no. No, porque no es un receta, no es técnica. Es sentir lo que sientes ahora, porque ahí están incluidas todas las emociones. Cuando siento lo que siento ahora estoy conectando con todo mi campo emocional, ahí están todas las emociones.

Consciente y ciudadana

Te quiero llevar a la vinculación con lo colectivo. Si me paro como ciudadana y miro a Chile o a Latinoamérica o a la Tierra, con todas esas cosas que me van sonando como heridas del comportamiento colectivo ¿cómo lo podría tomar de manera menos frustrante?
-(Silencio…) El regreso es al mismo lugar. Mira, si yo voy a aportar algo a la humanidad, va a ser desde mi experiencia Sergi, entonces la única forma que yo encuentro es asumiendo mis frustraciones, y me pueden decir, es que la frustración viene dada por el nivel de conciencia que hay en el mundo…, ¡vale, está bien! Pero ¿quién está sintiendo eso?, yo. ¿Voy yo a hacerme cargo de eso?, me hago cargo de mi cuota, y desde ahí estoy aportando al colectivo aceptación, escucha, no rechazo, cese del rechazo. Ese aporte es la consecuencia de asumir mi cuota como ser humano, asumir mis dudas, mis frustraciones, mis iras, mis intentos, pero los puedo asumir viviendo este instante completamente.

¿De alguna manera es aceptar? Pienso por ejemplo el daño al medio ambiente, ver las noticias y ver que una ballena está llena de plástico me choca, entonces ¿resolviéndolo en mí, mi frustración y espanto, lo resuelvo, y mi actuar es mi aporte concreto?
-Sí.

¿No es levantar una fundación para eliminar esa realidad?
-Es que probablemente no lo hagas tú. Estamos obsecados en nuestra importancia personal, no nos damos cuenta que todos somos parte de un espacio de conciencia y todos estamos afectados de todos, ¡durante todo el tiempo! Entonces, hay dos aspectos, si yo creo una fundación porque veo a las ballenas que mueren por el plástico, corro el riesgo de fundarla por mi propia ira ante ese hecho, y con esa cuota de rabia que es contraria al amor, a la paz y el equilibrio, yo fundo una fundación que va en contra de esas personas, entonces ¡no genero ningún cambio! Porque levanto la fundación y me encuentro con un muro, porque yo voy en contra de. Otro aspecto es si me hago cargo de mi ira ¡no la verteré en el mar de la conciencia humana! Ahí es posible que lo que yo vierta sea comprensión, paz, y alguien con ese flujo que yo estoy compartiendo se le ocurre generar una fundación basada en la paz, por ejemplo, donde no va a luchar en contra de nada, sino que va a generar un movimiento que facilite el cambio de paradigma.
Fíjate que lo que carecemos hoy es de conciencia, y para que se abra la conciencia y amplíe necesita paz, necesita alegría. No necesita rabia ni ira, que es una contracción de nosotros, entonces si yo ofrezco una fundación desde la paz alcanzaré muchas conciencias que están listas para ser conscientes de que no es necesario luchar por un mundo mejor, sino que hay otra alternativa: ¡vivir un mundo mejor!

¿Esa amplitud de conciencia no es energética?
-Sin duda, si me abro, estoy usando mi energía para que se transfiera a ello, lo alcance, lo pueda tocar. Es importante para cualquier cambio de mentalidad poder tocar esa mentalidad.

¿Cómo así?
-Escuchándola, respetándola y asumiéndola, no puedo tocar la mentalidad de otro si no estoy completamente entregado a mi mentalidad, porque la trasciende, y puedo incluir la mentalidad del otro, como del que tira plástico en el mar. Si veo que alguien tira plástico en el mar soy consciente de eso, ¡tiene que estar en mi consciencia! Sino, no seria consciente de eso, y cuando me hago cargo de mi conciencia amplío mi campo energético, la resonancia de mi corazón se amplia. También incluyo al violador dentro de mi campo por ejemplo.

No te entiendo
-Cuando lo incluyo dentro de mi campo lo incluyo dentro del amor; estoy facilitando que ese violador que desconoce el amor, pueda conocerlo, porque estoy vibrando con eso. Pero si lo rechazo por lo que hace, él no encontrará referencias dentro de sí mismo, porque lo que estoy haciendo es confirmar el rechazo a la vida, que es lo que hace él cuando viola, rechaza el respeto, rechaza la libertad. Cuando yo rechazo la libertad del violador estoy haciendo lo mismo que él. Pero socialmente es mucho más bonito rechazarlo.

Pero también se puede interpretar que yo estoy aceptando que él haga ese daño…
-Aceptar no es resignarse. Aceptar es un motor muy poderoso, por ejemplo, si me quieres insultar y yo no lo acepto, estaré negándome a escuchar lo que yo siento cuando me insultas, tampoco estaré respetando, y mi aura, mi energía estará cerrándose para defenderse. Pero si acepto lo que me estás diciendo, lo que hago es que acepto lo que me pasa o lo que siento cuando tú me insultas. Cuando yo asumo, es porque estoy escuchando lo que me pasa, y me estoy respetando y eso, me aporta paz, y mi campo energético se amplía ¡y te incluyo dentro de mi paz! Si te incluyo dentro de mi paz, ¿cuánto tiempo podrás seguir insultándome? Si estás en paz, no podrás insultarme. Entonces puedo verter a esa inconsciencia, conciencia.

Sergi ¿qué es para ti la paz, cómo la traduces?
-Nunca sé qué palabras va a usar la paz…

Es genuina
-Sí, entonces no se qué palabras va a poner en mi boca. A lo mejor va a poner silencio. Yo no la traduzco, la paz me traduce a mí, y cada vez que sucede me doy cuenta que no tengo idea qué sucede.

¿Es un estado?
-Es un lugar en la mente, un lugar que no tiene límites ni tiempo, es una experiencia sobrecogedora, es el origen de mi conciencia.

Paz, vacío, silencio, donde todo puede ocurrir…
-Sí, puede ser vacío, o plenitud…, puede ser un lleno que llena los confines del infinito. Se puede ver como una palabra humana, como un gesto, pero siempre, siempre, siempre, su hogar es este instante.

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