Guía astral: Ciclo de Escorpio
Estamos cerrando el año gregoriano y este ciclo nos invita a dar el último salto de transformación que desde el inconsciente nos pide a gritos para evolucionar. Podemos vivirlo con conciencia balsámica.
Estamos cerrando el año gregoriano y este ciclo nos invita a dar el último salto de transformación que desde el inconsciente nos pide a gritos para evolucionar. Podemos vivirlo con conciencia balsámica.
El Ciclo de Libra nos convoca a revisar en nuestras vidas todo aquello que venimos a integrar a través de los otros en tanto espejos.
Se transformó en un lugar común decir «es por mercurio retrógrado» al referirse a bloqueos y frustraciones en la comunicación. Pero hay algo más de profundidad y es de lo que hablamos con el astrólogo Álvaro Norambuena autor del libro «No culpes a mercurio retrógrado».
Durante este ciclo, aprenderemos a identificar los potenciales de Tauro en cada uno de nosotros y conducirlos para nuestra completitud.
Interesante desafío nos presenta este ciclo ariano a todos, pues como en cada edición, Fernanda Miranda, astróloga, nos da pistas y caracteriza un movimiento que no sólo afectara al individuo del signo. Ahora es el momento de reconocer la individualidad a través del otro y de las pulsiones internas.
La astróloga y sicóloga Fernanda Miranda nos enseña sobre las claves profundas de cada ciclo astral. En esta oportunidad de los puntos sensibles del sigo Acuariano que nos pueden ayudar a potenciarnos.
Un ciclo marcado por un escenario planetarios que nos afectará para concretar cambios personales absolutamente ligados a lo colectivos, Cambios que si asumimos con responsabilidad potenciarán un sano y creativo futuro personal y social. Somos parte del Todo, y eso lo veremos.
Su planeta regente es Venus, representa a la materia y sus manifestaciones de abundancia. Es también la cualidad de heredar familiarmente bienes, representando así a la abundancia de recibir. ¡Conoce más!
Cuando Mercurio está en un ciclo retrógrado nos ayuda a conectar con la esencia del Yo para conducirlo a lo transpersonal y evolucionarlo. Mercurio empuja a reevaluar nuestra manifestación. Su retrogradación es un eterno ajuste de conciencia.