Por Daniel Plaza
Kinesiólogo integrativo
Co-Director Instituto Prana Kine
Especializado en Nutrición Integrativa & Salud Natural
Pese al uso extendido del azúcar, y donde sus detractores se centran en el aumento de calorías y la posible subida de peso, lo cierto es que este blanco elemento de uso cotidiano en nuestra alimentación, genera un desbalance global en el cuerpo humano, es decir, dificulta el proceso de homeostasis o la capacidad que tenemos de volver a un estado de equilibrio tras su consumo. Concretamente, la ingesta prolongada de esta sustancia provoca que nuestro cuerpo genere deficiencia de cobre, cromo, calcio y magnesio, repercutiendo en nuestro sistema nervioso, cardiovascular y metabólico.
Sin ir mas lejos, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no más de 25 gr. de azúcar al día en un adulto con su índice de masa corporal normal, debido a que su consumo excesivo eleva considerablemente la producción de grasa en el hígado y a su vez altera el PH de la sangre tornándola más ácida. Cuando ocurre este proceso de acidificación sistémica, se crean situaciones que hacen propicio el desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes, dislipidemia, rigidez muscular, el envejecimiento prematuro y cáncer.
Actualmente no hay dudas, y se sabe desde hace mucho tiempo gracias al Premio Nobel Otto Warburg (1883-1970), que el principal combustible de las células cancerígenas es el azúcar.
Grave es, por tanto, que en Chile por ejemplo, el consumo de azúcar es tan alto que ocupamos el segundo lugar a nivel mundial en consumo de azúcar, y a raíz de esto, en los últimos 15 años se han disparado las incidencias de enfermedades crónicas no transmisibles en la población chilena.
Un ejemplo es el típico desayuno chileno: té o café endulzado, (el azúcar mata las propiedades antioxidantes de ambos productos) acompañado de un pan (que se transforma en azúcar), esto lo puedes transformar en un innovar desayuno, mucho más nutritivo y entretenido como batir en una juguera 2 plátanos, 2 hojas de espinaca, frutos secos, chía y linaza (estos dos últimos previamente remojadas) y media cucharada de cacao amargo en polvo. Puedes comerlo incluso con bastones de apio o zanahoria, sin duda, tendrás mucho más energía y nutrientes para comenzar tu día. No será difícil, si buscas un poco, podrás encontrar muchas opciones saludables que nos permiten darnos ese gustito dulce que muchas veces anhelamos. Lo importante es conocer bien las porciones y buscar el dulce en lo natural en vez de lo artificial.
Recuerda que el futuro de tu salud, siempre ha estado en tus manos.