Por Valeria Solís T.
Directora Mirada Maga
Escritora, Terapeuta energética, Periodista (UDP)

En estas semanas se viralizó un video que habla de todos los no que puede experimentar una mujer en desarrollo. Un video que habla de censura, castración, juicios y condicionamientos, pero en el fondo nos habla de apagar y silenciar el alma profunda de cada ser. Pienso entonces, si por milenios vivimos desde la genérica dupla hombre y mujer, qué será entonces para quienes han trascendido esos géneros y hoy dicen a viva voz, ¡me enamoro de almas y no de géneros!
Precisamente esto me lleva a descifrar la esencia de la cuestión, el tema nunca ha sido genérico, no tiene que ver con tus órganos sexuales, no tiene que ver con tus impulsos sexuales genéricos, tiene que ver con las dos profundas fuerzas que tenemos desde que nacemos, esa energía de lo femenino y esa energía de lo masculino que nos determina como seres. El conflicto se trata entonces, de ese profundo rechazo a un aspecto tan esencialmente humano como es la energía de lo femenino cuya representante histórica ha sido la mujer, pero que sin lugar a dudas no le pertenece, ¡porque es de todos!
¿Qué será lo que molesta tanto de lo femenino que debemos castigarla, silenciarla, ridiculizarla, distorsionarla, culparla?
Mientras escribo más absurdo me parece, pero es lo real, es lo que hemos vivido, visto, leído…y, sin embargo, podemos transformar: reconociendo, respetando, valorando e integrando.
Lo femenino es el misterio de la incertidumbre, es el misterio de lo no concreto, es el misterio de lo que se siente y no se habla, lo femenino es el misterio del que solo se puede confiar escuchando los sentidos. Y eso, es precisamente, lo más revolucionario que podemos tener, porque en apariencia parece un caos, algo inasible, que no se puede tomar, controlar y conducir. Y de caos, nadie quiere vivir. El tema es que poco se miró más allá, ese aparente caos tiene en lo profundo el orden más claro y supremo, es la vida.
Pocos hombres y mujeres han sido tan valientes de ir mas allá de fango escuchando su intuición para llegar al piso fértil, por eso da tanto miedo, por eso es mejor rechazarlo, porque implica entrar a oscuras en el misterio.
Pero la vida, la misma profundidad oscura y misteriosa hoy nos grita, nos aúlla como una loba salvaje y nos dice: si no vas más allá de la lógica aparente sólo encontrarás muerte, el sin cesar de la muerte sin sentido. Si te metes en el fango e insistes, tú, hombre y mujer, encontrarás la verdad, y al salir de ahí, no te quedará otra cosa que unirte y respetar estas dos fuerzas poderosas y maravillosas que nos permiten la vida: el masculino y el femenino.
Siempre estuvo ahí.

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