La sobrevaloración de lo racional ha dejado casi en el olvido otras formas de vincularnos con nuestro entorno. Hemos olvidado que somos fundamentalmente seres emocionales[…]

La sobrevaloración de lo racional ha dejado casi en el olvido otras formas de vincularnos con nuestro entorno. Hemos olvidado que somos fundamentalmente seres emocionales[…]